Datos personales

Mi foto
¡No deshojes tu felicidad! Misión Pretendemos que nos dejeis información, opiniones o experiencias para que los trastornos alimenticios que supone la anorexia y la bulimia no sigan siendo un tema tabú. Descripción Somos un grupo de estudiantes que esta realizando una campaña sobre los trastornos alimenticios, pero no es una campaña que se vaya a quedar entre cuatro paredes de un aula, si no que va a ir... ¡Más allá! No pretendemos dar las típicas charlas de colegio para hablar del problema y que se os olvide al salir, si no que, queremos que os pongaís en la piel del problema. Pretendemos que nos dejeis información, opiniones o experiencias para que los trastornos alimenticios que supone la anorexia y la bulimia no sigan siendo un tema tabú.

lunes, 21 de mayo de 2012

Testimonio, por desgracia, real.

“Ya no era yo, era una versión que se había apropiado de mi”



“Tu crees que eres la única, tengo a una que te da mil vueltas y además tu te estas poniendo rechonchita”. Fueron las palabras de ruptura que tuve. Me destrozó por dentro y sentía que no valía nada. Era tan solo una chica de 16 años. A partir de entonces me encerré en mi misma y comencé a cuidarme mucho, deporte, vida sana… Así pasaban los días y cada vez yo me sentía mejor conmigo misma, más feliz, más contenta. Conocí a un chico y comenzamos una relación preciosa, yo estaba muy enamorada de él y por lo tanto, quería que estuviese orgulloso de lo que yo era.

Poco a poco fui borrando de mi dieta algunos alimentos, nada de fritos, pan, huevos, carnes… Y mientras más adelgazaba, mejor me sentía conmigo misma. Nadie a mi alrededor se daba cuenta de lo que ocurría, hasta que los síntomas se fueron agravando cada vez más.

Nunca cenaba con los amigos, nadie podía romper mi tabla de entrenamiento, a pesar de que la mayoría de los días no podía seguirla debido a los mareos. Mucha fuerza de voluntad y mucho sacrificio. Poco a poco fui perdiendo los amigos y la vida social, solo tenía a mi pareja y mis padres. Los síntomas se iban haciendo cada vez más latentes, el pelo se caía, la regla desapareció y pasé de pesar 60 kilos a 46, midiendo 1.70 cm.

La desesperación se apoderaba de mi, tenía cambios de humor repentinos y cada vez me veía más y más gorda. Hasta que llegó un punto en el que me di cuenta de que así no quería vivir y tuve varios intentos de suicidio. No me daba cuenta de lo que tenía alrededor, del apoyo que me brindaban. Mi novio, que no era de mi ciudad, se trasladó para estar conmigo y ayudarme. Mi vida se me estaba yendo de las manos, ya no era yo, era una versión que se había apropiado de mi.

Odiaba la comida, nunca quería comer fuera, jamás, fuese lo que fuese. Caí enferma y tuve que dejar el instituto y repetí curso y -hasta aquí hemos llegado-, dijeron mis padres, que inmediatamente me ingresaron en un centro especializado. Cada día mis padres y mi pareja me llevaban y me recogían, pero yo no paraba de llorar, no quería estar allí, no era para mi. Al ver aquel sitio algo dentro de mi me hizo reaccionar ,pero había llegado bastante lejos, mis padres estaban desesperados, mi novio era un chico que vivía exclusivamente para mi, me daba la comida, me paseaba, me peinaba, me aguantaba, al igual que yo, su vida social desapareció. Mis hermanos sentían impotencia y rabia porque no podían ayudarme. Yo estaba totalmente enferma, esa enfermedad desencadenó otras muchas: amenorrea, pérdida del pelo, ovarios poliquísticos y anemia crónica.

Tuve que tomar medidas y pedí a mis padres que confiasen en mi y me sacasen de aquel centro y me llevasen a un médico nutricionista que cada semana me asignaba una dieta progresiva.

Poco a poco lo fui superando, aunque me costó bastante. Mi pareja no pudo aguantar la presión y después de 3 años y medio y mucho luchar se acabó. Nunca olvidaré todo lo que mis padres me ayudaron y lucharon por mi, las veces que me recogieron del suelo, los ingresos que tuve en el hospital, los intentos de suicidio…

Pero me di cuenta que lo bonito no es estar o no delgado, sino que llegas a ser bonita cuando tu misma te quieres tal y como eres. Luchar por ti y por ser feliz, luchar por valorarte, aunque otros intenten hundirte, jamás dejes que lo consigan.

Nadie luchará por ti si nosotros somos nuestro mayor enemigo. No hagas caso de los prototipos, nunca escuches a quien no te quiere y jamás hagas algo para agradar a otro, porque tu eres tú, única e irremplazable.

Quiero que mi testimonio sirva para ayudar a muchas chicas que creen que deben cambiar. A mi casi me cuesta la vida. Si hubiese sabido lo que la vida me aguardaba, jamás la hubiese puesto en peligro. Ahora tengo lo mejor del mundo y lo que jamás pensé, ahora soy feliz.

No desprecies tu juventud, alza la vista y mira de frente, nadie podrá destruirte y ¡QUIÉRETE MÁS QUE A NADA!











Este relato es un testimonio de una chica que padeció anorexia y que afortunadamente salió de ella. Ahora lleva una vida feliz, sana, ha conseguido lo que siempre soñó, es una chica preciosa que trabaja como modelo, algo que no pudo conseguir con 20 kilos menos. Y es que la belleza no esta en los kilos, el secreto es quererse por encima de todo.

1 comentario:

  1. Me parece asombroso como una chica que en un momento de su vida no sabía lo que valía, y no estaba a gusto con su cuerpo, consiguió romper todas esas barreras y ser feliz con kilos demás. Pero lo más curiosos de este relato es que para ser modelo no tubo que pesar los 41K que pesaba, sino estar sana y a gusto con su cuerpo y amándose a si misma.
    Me parece que es una historia que deberían de tener en cuenta las adolescentes de hoy día que luchan por la perfección, cuando no saben que por naturaleza todas nacemos preciosas con nuestra belleza natural e individual.

    ResponderEliminar